Prefiero molestarme con la verdad que engañar con la mentira

  • Jacob O’Brien
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La falsedad es parte de nuestras vidas y de la sociedad misma.. Para muchos es una forma de "supervivencia" e "integración"; Por otro lado, para otros, este es un acto que prefieren evitar, aunque esta decisión puede causarles más problemas..

Según un estudio realizado por el psicólogo social Robert Feldman, el 60% de las personas pueden decir tres mentiras al día. Algunos inofensivos y otros, por supuesto, mucho más graves..

La mentira, el engaño y la falsedad son recursos muy comunes en muchas de las esferas que nos rodean.. Defendernos de ellos no es fácil, ni es fácil practicar la sinceridad que, en lugar de agradar, a menudo te molesta..

¿Te ha sucedido esto alguna vez? Pensemos en ello?

La falsedad, un instinto de supervivencia y una espada de doble filo

Jean Paul Sartre dijo que "Quien sea auténtico asume la responsabilidad de ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es".

Es una gran frase que nos invita a pensar en lo complicado que a menudo puede ser simplemente decir la verdad. Siendo honestos, como nos dice Sartre, tenemos que ser responsables de lo que decimos y hacemos..

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Decirle a un compañero de trabajo, por ejemplo, que su comportamiento es incómodo y que no nos permite ser productivos puede evitar que nos hable, e incluso a otros compañeros de trabajo que nos critican por ser tan sinceros..

Solo tener que callar todo lo que nos duele o molesta significa tener que vivir en la inferioridad.. Es preferible mentir o "silenciar" antes de causar molestias o romper el equilibrio en el que vivimos..

Sin embargo, este no es el enfoque correcto para la situación..

El uso de mentiras para sentirse aceptado

A veces tenemos la sensación de que la sociedad misma requiere que digamos mentiras para lograr un mejor ajuste y, por lo tanto, sentirnos aceptados..

  • Poco a poco, terminamos transmitiendo una imagen tan diferente de nosotros mismos que apenas nos reconocemos, y eso es una fuente de estrés y dolor emocional con el que tenemos que lidiar..
  • Evitamos decirles a nuestros familiares ciertas cosas porque sabemos que no aceptarán críticas constructivas.
  • Algunos dicen mentiras sobre sí mismos para sentirse aceptados (muy común, por ejemplo, en el caso de los adolescentes).
  • Les mentimos sobre nuestros gustos a algunas personas. Para no sentirnos rechazados, usamos la falsedad en fiestas o reuniones sociales para "armonizar" con el resto de la gente, aunque no estamos contentos con eso..

Si lo pensamos bien, es una práctica que todos hemos hecho más de una vez y que a la larga nos hace sentir mal..

Por eso siempre llega un momento en que nos negamos a seguir esta línea de comportamiento tan presente en nuestra sociedad.

En algunas situaciones, el uso constante de la sinceridad también nos trae problemas.

Decir la verdad sin anestesia y sin previo aviso duele. Cuando se trata de sinceridad, es necesario tener tacto, calma e inteligencia..

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  • No podemos decirle a nuestro compañero de la noche a la mañana que "ya no lo amamos". La verdad repentina duele, así que es mejor usar la sinceridad cotidiana (esto no me gustó, me doy cuenta de que las cosas entre nosotros no están bien ...).
  • El uso de la sinceridad no es algo que todos acepten. De hecho, es posible que ya lo haya sentido usted mismo: cuando dice una verdad, puede ser visto como egoísta o insensible..
  • Así como la falsedad es una espada de doble filo, la sinceridad tiene la misma característica. Hacer uso de la verdad en cada área de nuestras vidas a veces nos trae consecuencias que no esperábamos.

Sin embargo, como se suele decir en estos casos, Si nuestra conciencia está tranquila y nos sentimos bien (e incluso nos quitamos un peso de encima), valdrá la pena..

La verdad debe ser usada inteligentemente, no como un arma de agresión.

Así como la falsedad causa daño, la sinceridad cruda también puede tener consecuencias dolorosas que necesitamos saber para controlar.

Seguramente conoces a alguien que se jacta de ser muy sincero. Es la típica persona que no es papa quien ataca tus comentarios (María está engordando más y más; cada vez que habla parece más tonto; lo que hiciste fue ridículo ...).

  • Necesitamos poder ofrecer una verdad que ayude a otros a crecer, no humillarlos..
  • El uso de la verdad debe permitirnos estar libres de aquellos que nos hacen daño o imponen límites a nuestras vidas, pero además, siempre debemos usar la verdad con respeto..

Hay momentos en que nos molestamos con nuestra sinceridad, sin duda. Sin embargo, la molestia nunca debe ser una agresión, pero una forma de hacerlos respetar espacios y el valor de la convivencia.

Mentiras peligrosas que nos decimos todos los días



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