El hambre emocional, ¿cómo evitarlo?

  • Christopher Wilcox
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Seguramente has pasado por necesidad repentina de comer, sabiendo específicamente lo que quería y sintiendo la necesidad de hacerlo. Pero pronto te sentiste frustrado porque la comida no te satisfizo, e incluso te sentiste culpable por comer sin sentirte realmente hambriento. Esto es hambre emocional.

En otros casos, comenzamos lenta y progresivamente a tener hambre., y podemos apagarlo con lo que tenemos sin pensar demasiado, incluidos alimentos saludables como verduras o frutas Poco después de terminar de comer sentimos satisfacción y podemos continuar con nuestras actividades. ¿Es este el hambre real o física?.

¿Qué factores pueden desencadenar el hambre emocional??

Como su nombre indica, el hambre emocional está relacionada con nuestras emociones.

Un mal día con preocupación, estrés, ansiedad y, en las mujeres, días de síndrome premenstrual son ejemplos de los principales factores desencadenantes. Además, otro factor muy importante es el embarazo.

Sin embargo, el hambre emocional puede aparecer en momentos de alegría y felicidad., como durante una celebración de cumpleaños o boda.

Por lo tanto, debemos aprender a controlar la situación para poder enfrentar estos momentos sin estar sujetos a lo que demandan nuestras emociones..

Ahora que conocemos los factores que pueden desencadenar una crisis de hambre emocional, estamos en condiciones de considerar las otras opciones para no dañar nuestra figura sin una necesidad real de comer..

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¿Cuáles serían las opciones para evitar comer emocionalmente?

Hay muchas opciones que tenemos en este tipo de situación.. Si sentimos la necesidad imperiosa de comer, debemos optar por el más saludable..

Es decir, en lugar de comer un paquete de papas fritas, una barra de chocolate, comida rápida (la comida favorita de las emociones) deberíamos elegir frutas, un jugo. Incluso un vaso de agua ayudaría siempre que se bebiera lenta y silenciosamente..

Otra opción sería salir y tomar un poco de aire fresco o dar un paseo para vaciar la mente, así como para calmar la ansiedad que sentimos por naturaleza. Si preferimos podemos entrar en contacto con animales, ayudando a reducir los niveles de ansiedad y estrés.

Llamar a un amigo si estamos en situaciones difíciles, con quienes podemos hablar sobre nuestros problemas y sentirnos aliviados es otra opción válida. Además, lee un libro que nos gusta, escucha música, medita.

Podemos tomarnos unos minutos para respirar tranquila y lentamente.. Depende de nosotros elegir la opción que nos ayudará a superar la crisis., después de todo, nos sentiremos más fuertes para la próxima recaída porque ya sabremos cómo reconocer el problema y cómo superarlo, manteniendo intacta nuestra salud y nuestro peso..

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Una pregunta importante

En el transcurso del día, con qué frecuencia comemos debido a nuestras emociones y con qué frecuencia lo hacemos por hambre real? Al responder esta pregunta sinceramente, podemos mejorar nuestra relación con la comida..

En la vida, todos pasamos por momentos en los que nos sentimos desconcertados, disminuidos, sin salida, y podemos tratar de llenar el vacío que sentimos con comida. Hambre emocional no solo contribuye al aumento de peso, a la larga puede provocar varios problemas de salud.

En conclusión, le recomendamos que si no puede superar o tener la voluntad de luchar en tales situaciones, debe un psicólogo que puede guiarte sobre cómo canalizar y redirigir estas emociones a una vida más plena y feliz.

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