Espondilitis Anquilosante Diagnóstico y Tratamiento

  • Daniel Chandler
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La espondilitis anquilosante es un enfermedad inflamatoria crónica que afecta principalmente las articulaciones de la columna.

Estas juntas tienden a soldarse juntas, causando una limitación de movilidad. Esto hace que la columna sea menos flexible. Por lo tanto, es muy común adoptar una postura inclinada hacia adelante..

No se sabe exactamente qué causa esta enfermedad, pero se sabe que la genética juega un papel importante en su apariencia.. La mayoría de las personas con espondilitis anquilosante tienen el gen HLA-B27.. Sin embargo, solo unas pocas personas con el gen desarrollan la enfermedad..

Síntomas de espondilitis anquilosante

Esta enfermedad reumática produce brotes de inflamación de las articulaciones de la columna.. Aunque puede desarrollarse inflamación en otras articulaciones, como los hombros, caderas, rodillas y tobillos.

Los primeros síntomas de la espondilitis anquilosante incluyen dolor nocturno y rigidez en la parte baja de la columna. Esto puede ocurrir principalmente en la mañana y después de períodos de inactividad. El dolor de cuello y el cansancio también son comunes..

Algunas de las áreas afectadas con mayor frecuencia son la articulación entre la base de la columna vertebral y la pelvis y las caderas. Sin embargo, también puede afectar los puntos donde los tendones y ligamentos se unen a los huesos, especialmente en la columna vertebral..

Cuando ocurre la espondilitis, se forman nuevos huesos como parte del intento del cuerpo de curarse. En este sentido, el nuevo hueso cierra el espacio entre las vértebras. De esa manera, puede ocurrir una fusión entre secciones de una vértebra y otra. 

Estas partes de la columna se vuelven rígidas e inflexibles.. Fusion también puede apretar la caja torácica y reducir la capacidad y función pulmonar.

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Complicaciones de la espondilitis anquilosante

Algunas de las complicaciones de la espondilitis anquilosante:

  • Inflamación de los ojos (uveítis): La uveítis es una de las complicaciones más frecuentes de la espondilitis anquilosante. Puede causar un inicio rápido del dolor ocular, sensibilidad a la luz y visión borrosa..
  • Daño a las válvulas cardíacas: Esta enfermedad puede causar problemas en la aorta. La aorta inflamada puede afectar la forma de la válvula aórtica en el corazón, lo que cambiará el funcionamiento de la válvula..

¿Cómo se puede diagnosticar??

Existen algunos criterios para diagnosticar la espondilitis anquilosante que incluyen:

  • Criterios clínicos: como dolor lumbar durante más de 3 meses que mejora con el ejercicio pero no se alivia con el descanso. Además, se considera limitar la expansión torácica, así como la movilidad espinal..
  • Criterios radiológicos: como es la evidencia radiológica de inflamación de las articulaciones sacroilíacas.

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Dependiendo de los criterios que se presenten al paciente, el diagnóstico de espondilitis anquilosante será:

  • Definido: cuando existe un criterio clínico y radiológico.
  • Probable si el paciente tiene 3 criterios clínicos o 1 criterio radiológico.

Los análisis de sangre y orina pueden ayudar a apoyar el diagnóstico. por la presencia de antígeno HLA-B27 en la sangre. Además, se puede determinar la mayor o menor intensidad del proceso inflamatorio que está experimentando el paciente..

Tratamiento

Junto con la rehabilitación y la cirugía, los analgésicos están indicados para reducir el dolor articular..

El tratamiento combina el diferentes opciones farmacológicas y rehabilitación.

  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y analgésicos: Estos son tratamientos farmacológicos destinados a controlar el dolor y reducir o suprimir la inflamación articular. Esto mejora la calidad de vida del paciente. Además, aliviar las molestias ayudará a mejorar el descanso nocturno..
  • Fármacos modificadores de la enfermedad (ADF): estos medicamentos actúan sobre el sistema inmune.
  • Drogas biológicas Aunque estos medicamentos no pueden curar, en muchos pacientes pueden controlar los síntomas del paciente..
  • Rehabilitación: debe hacerse de forma continua y en combinación con tratamientos farmacológicos. Los ejercicios físicos y de respiración mejoran la movilidad espinal y la fuerza muscular..
  • Cirugía: la cirugía solo se usa en algunos casos, particularmente cuando las articulaciones están muy dañadas y se pierde movilidad.

Combinando posibles tratamientos, rigidez y anquilosante se pueden evitar. Además, pueden ayudar a prevenir otros trastornos de la función muscular y locomotora. Por otro lado, es bueno practicar ejercicios de fortalecimiento de la columna como nadar.

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